Te conocí una noche oscura, fuiste mi salvación, mientras el rio me reclamaba mi alma te gritaba ¿lo recuerdas?, llegaste justo a tiempo, no hubo necesidad de palabras solo una mirada para darme cuenta que te necesitaba y que tenia que vivir para pasar una noche contigo. Tu mirada era fría como esa noche, tu rostro sin expresión, algo de ti captaba mi atención; baje del puente y me acerque a ti; te seguí. En esa pequeña choza en medio del bosque, en esa cama de cobijas rojas, ahí decidí entregarme a ti, pero tenías otros planes para mí ¿no es así?; el primer contacto, una caricia y mi piel se erizo, como un choque eléctrico al corazón, inexplicable si, imposible no, te temía tanto como te deseaba y yo se que lo sabias, se que lo sentías; natural, fue un beso que me dejo sin aliento, no pude resistirme, era un emoción combinada con terror, quería mas, y mas, y mas, me lo diste, tanto como yo quise; respiraba menos pero no me importaba; me tenias justo donde querías ¿verdad?, sabias que ya no obedecía a mi razón y que lo único que me controlaba era mi emoción; tenia que pasar, recostados en la cama y una mirada mas, profunda y fría, ahí me di cuenta, lo vi en tus ojos, lo que planeabas, lo que querías de mi, te diste cuenta de eso y me sonreíste, tus ojos brillaban podía verlo, podía sentirlo, quise escapar pero fue tarde, disfrutabas mi dolor, disfrutabas mi terror, quise gritar y no me dio tiempo, sentí como se desgarraba mi interior, puñalada al corazón, lo rojo se volvió obscuro, y mi rostro reflejado en tus ojos se volvió mi recuerdo, tu sonrisa mi ultimo suspiro y tu te volviste mi asesino.
Luna Volkova
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